30 de enero de 2012

E N E R O 2012

LA RED APOSTÓLICA P.U.E.B.L.O 2012


Dios nos ha dado una maravillosa visión de lo que Él quiere alcanzar a través de nosotros para Su reino. Él quiere que alcancemos a todo México para Jesucristo. Le doy gracias a Dios por esa visión y por el gran éxito que Dios nos ha dado durante los últimos años. Ya que este es el inicio de un nuevo año, he estado orando que Dios nos dé aún más éxito y expansión para Su gloria. También le he pedido a Dios que nos revele un nuevo modelo que nos llevará al siguiente nivel de éxito.
Luego las piezas empezaron a unirse en una forma maravillosa que solo Dios lo puede hacer. Primero, llegó un poema a mi bandeja de entrada de correo que llamó mi atención. Este es el poema:

Un hombre decidió que él cambiaría el mundo.
Pero no tuvo éxito.
Así que decidió que cambiaría el país.
Pero no tuvo éxito.
Así que decidió cambiar su comunidad.
Pero no tuvo éxito.
Así que decidió cambiar su calle.
Pero no tuvo éxito.
Así que decidió cambiar a su familia.
Pero no tuvo éxito.
Así que decidió cambiarse a sí mismo.
Y ÉL TUVO ÉXITO.
A MEDIDA QUE SU FAMILIA CAMBIO, ELLOS AFECTARON SU CALLE.
Y LAS PERSONAS DE LA CALLE AFECTARON SU COMUNIDAD.
Y LAS PERSONAS DE LA COMUNIDAD AFECTARON SU PAÍS.
Y LAS PERSONAS DEL PAÍS AFECTARON EL MUNDO.

A medida que leí  la primera línea del poema, esto es lo que queremos hacer a través de la Red Apostólica PUEBLO. Queremos cambiar nuestro mundo para Jesucristo.
La segunda línea del poema mostró la imposibilidad de nuestra tarea.
La tercera línea del poema es nuestra visión inmediata de cambiar la nación de México, pero de acuerdo a la cuarta línea del poema, esto también es imposible. ¡Ahora me sentía realmente desanimada!
A medida que leí más del poema, pude ver hacia donde iba. Luego el Señor me mostró que Jesucristo no estaba en este poema. Por lo tanto, no es tan increíble que no haya éxito en este poema, excepto en un nivel, el nivel personal. Sin embargo, incluso en ese nivel, el éxito es tan transitorio. Solo piense acerca de todas las buenas intenciones y resoluciones del Año Nuevo que rápidamente se desvanecen a medida que avanza el año. Al final de un año, ninguno de estos planes produjo éxito. La razón es que el hombre no puede tener éxito en su propia fuerza incluso al nivel personal. Necesitamos a Jesucristo. En realidad, solo hay un camino al éxito. La Biblia nos dice específicamente la clave para el éxito.
Josúe 1:8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Solo a través de permitir que la Palabra de Dios sature su vida y la cambie, tendrá como resultado el éxito. Ahora que vemos cómo viene el éxito, podemos regresar al poema para ver otro principio importante.
Vemos que el cambio ocurre a nivel personal a medida que nuestras vidas tocan con éxito a otras personas. Esa es la única manera de cambiar el mundo, una persona a la vez, a nivel personal. Esto es exactamente lo que Jesús dijo a sus discípulos en Marcos 16:15
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Ahora podemos ver lo que Jesús quería decir. No hay manera de que yo pueda ir personalmente con cada persona en el mundo y predicar el evangelio a cada uno personalmente. Sin embargo, si hago lo que indica el poema, puedo influenciar a las pocas personas en mi mundo a mi alrededor, quienes en cambio, influenciarán a otros a su alrededor. Es de esta manera que el mundo cambió por Cristo, un nivel personal a la vez.
Realmente hay más para nuestra visión que solo predicar el evangelio al mundo. Debemos cambiar a las personas para hacer una nación cambiada. Esto es lo que Dios quiere que vea este año la Red Apostólica PUEBLO. Si el éxito viene a nivel personal, empezando conmigo, es entonces que podemos empezar a cambiar al mundo. Debemos empezar a nivel personal. El Nuevo Testamento tiene mucho que decir acerca de someternos a la obra del Espíritu Santo para que El pueda cambiarnos para ser más como Cristo. El Espíritu Santo trabaja personalmente con cada vida para cambiar el carácter, sin embargo, debemos cooperar con el Espíritu Santo para que ese cambio ocurra ya que el Espíritu Santo no obliga al hombre a cambiar.
Hay una persona en la historia que desarrolló un plan para cambiar su vida. Él trabajó su plan personal con diligencia y vio su vida cambiar milagrosamente. Permítame presentarle a este hombre. Es posible que lo conozca o no, su nombre es Benjamín Franklin. El fue importante en la fundación de los Estados Unidos de América. No es la política lo que llama mi atención. Si usted lee la biografía de este hombre, verá que él fue conocido por una variedad de logros personales, incluyendo el descubrimiento de la electricidad. Lo increíble es que él fue el hombre más educado de su época y aún así fue forzado a dejar la escuela y ganarse la vida a los 10 años de edad. Este hombre aprendió cómo desarrollar su propio carácter y cómo ampliar su impacto en el mundo. De esta manera, él influenció la ciencia, la política, la religión y la literatura. Diez mil personas asistieron a su personal. Es su plan personal para su propia vida lo que nos interesa. Es este plan personal que cambia exitosamente su vida para convertirse en una mejor persona el que necesitamos en la Red Apostólica PUEBLO.
Ya hemos visto que para cambiar el mundo debemos cambiar personalmente. Ya hemos visto que el éxito viene a través de sumergirse usted mismo en la Palabra de Dios. Por lo tanto, a medida que desarrollamos la integridad personal en nuestras vidas de la misma manera que lo hizo Benjamín Franklin, seremos mejores personas al final del año. De esta manera, a medida que somos exitosos a nivel personal, seremos mejores para afectar el cambio en nuestras familias, en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, nuestro estado y nuestra nación. Vamos a permitir que Jesucristo nos cambie en personas de integridad.
¡Es así como vamos a hacerlo! Benjamín Franklin dijo que si usted practica algo consistentemente cada día por 30 días, lo hará un hábito. Para el resto de este año, vamos a practicar la integridad personal un rasgo de carácter a la vez, en una secuencia de 30 días.
Les pido que se unan a mí en este esfuerzo para hacernos mejores personas para el Señor. Necesitará un compromiso, pero aquellos a su alrededor van a ver el fruto en su vida.
Vamos a usar la escritura para desarrollar el carácter que Dios quiere en nosotros.
2 Pedro 1:3-7
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;  vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

En las siguientes semanas quiero que estemos en oración por este desafío. Medite en la escritura de 2 Pedro 1:3-7 ya que Pedro nos dice en estos versículos cómo ser participantes de la naturaleza divina. En otras palabras, vamos a poseer la naturaleza de Jesucristo a nivel personal. Tenga en cuenta que Pedro nos dice que Dios nos ha dado el poder divino para hacer esto. Por lo tanto, el éxito no vendrá de nuestros propios esfuerzos, sino por el poder del Espíritu Santo. Debido a que usaremos la Palabra de Dios para desarrollar integridad en nuestras vidas personales, como nos lo dice Josúe 1:8, ¡seguro vamos a tener éxito!
En mi próximo mensaje voy a diseñar un plan para usted y vamos a empezar a desarrollar integridad en nuestro carácter. Oro para se una a nosotros.
Con amor y bendiciones en Cristo,
Joyce Schmedel
Administradora de la Red y cobertura espiritual

No hay comentarios: