MENSAJE PARA EL MES DE JUlio

LA RED APOSTÓLICA P.U.E.B.L.O. 2012

Julio

^”Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;  al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.”2Pe 1:3-7
Este mes estamos incluyendo la cualidad del carácter de la piedad. Es mi opinión que la cualidad de la piedad es la cualidad del carácter más divertida de todas las cualidades.
Si usted ha estado haciendo fielmente estos ejercicios espirituales en su vida cada mes, la cualidad de la piedad es casi el resultado automático. En otras palabras, usted ha añadido la virtud, el conocimiento, el dominio propio, y la paciencia a su fe. Estas cualidades están construidas en el hombre interior. Están en su corazón. La Biblia dice en Pr 23:7ª que como un hombre piensa en su corazón, tal es él.
Por lo tanto, la naturaleza divina de la piedad es para estar como Dios. En otras palabras, si usted tiene las
características justas construidas en su corazón, sus acciones automáticamente le testificarán. Sus acciones serán las acciones de Dios. (La piedad) No es que podemos llegar a ser Dios como algunas religiones falsas dicen, sino que podemos actuar como Dios.
La cualidad de la piedad es para actuar en la misma manera como Cristo actuaría si Él caminaría en sus zapatos en las mismas circunstancias. (Bien, si usted es un creyente en Jesucristo y le ha invitado a Él en su corazón, Él está en sus zapatos y está viviendo la vida de Él por medio de la vida de usted en todas las circunstancias que encuentra.) (Lea Gal 2:20)
En los últimos 100 años se han escrito varios libros con este tema, y algunos lemas para ganar la atención del cristiano. Uno era “para practicar la presencia de Cristo”. Como el creyente pasaba su día, practicaría las acciones como si Cristo caminara  a su lado.
Hace muchos años cuando era una creyente nueva, leí un libro pequeño que fue escrito temprano en el siglo de 1900. El tema de este libro era, ¿Qué haría Jesucristo? Era una historia de ficción, pero fue escrito tan bien que mientras el héroe vivía a través de varios desafíos, las oportunidades, y las situaciones problemáticas, era como si la historia fuera verdad y fácilmente podría haber sido las experiencias verdaderas de la vida del autor. Era como si describiera su propia vida. Los problemas diarios y los desafíos en este libro eran los problemas sociales de una naturaleza común de esa época. Con cada desafío el héroe tomó una decisión definitiva para hacer lo que Jesucristo haría. Entonces la historia demostraba el resultado de todas estas decisiones. El lector podía ver fácilmente cómo Dios obraba a través de las situaciones para llegar con la victoria última en la vida del cristiano. Podía ver el mundo cambiado a causa de que el cristiano hizo lo que Jesucristo haría.
Este libro pequeño cambiaba mi vida y mi relación con Cristo. Yo podía ver que no estaba sola en el mundo. Siempre Cristo caminaba conmigo, me fue animando y me ayudo para tomar las pequeñas decisiones. Mi relación con Cristo no era solamente para ir a la iglesia el domingo era una relación de cada día de la semana y cada minuto del día. Entre más practiqué Su presencia, Él más llegó a ser verdadero en mi vida. En esta manera aprendía como caminar en la presencia y la guía del Espíritu Santo.
Esta idea de “la práctica de la presencia de Cristo” o para considerar “¿lo que Cristo haría? puede tener valor para usted hoy. Solamente usted debe recordarlo para hacerlo. En la misma manera como las otras cualidades del carácter, esta práctica debe llegar a ser un hábito.
Por lo tanto sobre los próximos 30 días, practique la presencia de Cristo constantemente a través de su día. En todas las oportunidades y con todas las decisiones, pregúntese a sí mismo, “¿Qué haría Jesucristo?”  Entonces haga una determinación para hacer exactamente eso. Mantenga una lista de sus 30 días para ver cómo Dios cambia su vida.
Muchas bendiciones a todos en la Red Apostólica PUEBLO.
Joyce Schmedel
Administradora de la Red Apostólica PUEBLO