“La eternidad en sus corazones” fue dada en la iglesia del pastor Daniel en San José el Valle, Nayarit
Saludos en
el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Es un placer estar aquí entre su
congregación con el pastor Daniel, el pastor Emilio y el pastor Waldo. Mi nombre es
Joyce y escribo los estudios de la Biblia que muchos de ustedes ya han
estudiado.
Hace
cuarenta y cinco años yo hacia una oración que Dios me respondió hasta el año
dos mil cinco. En el pasar del tiempo y
la vida ocupada, criando a los hijos y cuidando de la familia, una oración
hecha hace muchos años fue olvidada, olvidada por mí, pero no por Dios. La
Biblia nos dice que Dios no olvida nuestras oraciones, sino que las responde al
debido tiempo. Quizás usted tenga una oración que Dios no a cumplido por muchos
años. Quiero decirle que Dios cumplirá todas las oraciones. Ecl 3:1 dice:
“Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.
Hace
muchos años, un misionero llegó a mi iglesia para hablar sobre sus experiencias
en la predicación del evangelio a las personas alrededor del mundo que nunca
habían escuchado sobre Jesucristo. El tenía muchos testimonios sobre otros
misioneros que habían llegado a villas aisladas en donde las personas nunca
habían escuchado acerca de Dios o del Hijo de Dios. Entonces él nos
contó su
propia experiencia de cuando empezó a contarles a las personas aisladas sobre
un Dios creador que los amaba tanto que había enviado a su Hijo a esta tierra
para morir en la cruz por ellos. Estas personas aisladas se emocionaron porque
en los corazones ellos sabían acerca de Dios y ahora alguien había llegado a
confirmarles lo que ya sabían. Ellos se regocijaron al escuchar sobre el nombre
de Jesucristo, el Hijo de Dios. Pero el milagro fue que ellos ya lo conocían.
Ellos simplemente no sabían su nombre.
¿Cómo
supieron estas personas a Jesucristo? Ninguna persona les había hablado de este
nombre. Cuando este misionero les preguntó quien les había dicho sobre Cristo,
ellos le dijeron que Dios les dijo que El era su creador y que los amaba. Dios
les dijo acerca de Su Hijo que vino a esta tierra para morir por sus pecados.
El misionero estaba sorprendido. Más tarde esa noche el misionero oró y le
preguntó a Dios cómo había pasado esto. Dios le dio algunas escrituras: Sal 10:17
“El
deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento
tu oído”.
La otra escritura fue Ro 1:19
“Porque
lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó”.
Hace
cuarenta y cinco anos cuando escuché sobre las experiencias de este misionero,
oré y le pedí a Dios que me dejara ir a un pueblo que nunca hubiera escuchado
la Palabra de Dios, un pueblo que nunca hubiera escuchado sobre Jesucristo. Quería
experimentar a las personas que tenían la eternidad en los corazones pero no
habían oído el nombre de Jesucristo. Me preparaba para ser un misionero en la
universidad y por medio del estudio de la Biblia, pero Dios no abría la puerta
a las misiones para mí. Esa oración estaba delante del trono de Dios por muchos
años y estaba esperando el tiempo perfecto de la voluntad de Dios. Esa oración
hecha hace muchos años empezaba el proceso de la realización por Dios en el año
dos mil cinco cuando encontré al pastor Waldo por medio del internet por primera vez. El pastor Waldo vio los estudios
de la Biblia en mi página en el internet y quería usarlos para el ministerio a
los indígenas. "Dios lo hace todo
maravilloso en su tiempo". En una carta el pastor Waldo me dijo acerca
de su ministerio a los Huicholes en las montañas de Nayarit. Inmediatamente
Dios me dijo que es la puerta abierta de la realización de mi oración. El
pastor Waldo y yo llegamos a ser un equipo del ministerio a los indígenas. En el año dos mil seis mi esposo Jack y yo
venimos a Nayarit por primera vez. En el año dos mil ocho empezamos la
organización de la Red Apostólica PUEBLO para organizar a los pastores
alrededor de la visión de entrenar al pueblo para alcanzar al pueblo con la
eternidad en los corazones.
Este
año es nuestra séptima visita a Nayarit, gracias a Dios. Por muchos años Dios estaba
preparándome para este ministerio mientras yo ensenaba la Biblia a muchas
personas en mi ciudad. Ahora esas lecciones van a los Huicholes en las montañas
y a las iglesias que pertenecen a la Red Apostólica PUEBLO en México y en los
Estados Unidos. Ahora van a su pastor y a su iglesia. Dios no respondió a mi
oración en la manera que yo pensaba pero en la voluntad de Él es más allá de mi
imaginación.
El
maravilloso hecho acerca de Romanos
1:19 es que Dios prepara los corazones para que lo conozcan. Y esos son algunos
de ustedes. Dios preparó sus corazones para conocerlo. El puso la idea de la
eternidad en los corazones de ustedes. El puso en ustedes el concepto de un
Dios amoroso que lo creyeron. Cuando alguien finalmente les vino a hablar sobre
Jesucristo, ustedes supieron inmediatamente que Jesucristo era el que estaban
esperando.
Estoy
aquí hoy para decirles que Dios ha demostrado su gran amor por ustedes de esta
manera. El los escogió para ser Su pueblo. El los puso en mi corazón hace
muchos años. El los puso en el corazón del Pastor Waldo para abrir misiones
entre los indígenas y para plantar las iglesias. Dios ha puesto en el corazón
del pastor Waldo la idea para ayudar a los pastores y desde esa idea vino la
organización de la Red Apostólica PUEBLO para ayudar a los pastores para
entrenar a las congregaciones para alcanzar a las personas que tienen la
eternidad en el corazón. Dios ha tocado los corazones de las personas en mi
clase de la Biblia en Camarillo, California y en dos iglesias españolas en
Camarillo para apoyar las misiones de los indígenas y el ministerio aquí en
Nayarit. Dios tocó muchos corazones para traerles a ustedes el mensaje de las
buenas noticias de Jesucristo. ¿Por qué Dios tocó a tantas personas para
traerles el evangelio de Jesucristo? ¿Por que Dios puso la eternidad en los
corazones que los preparó para escuchar sobre Cristo? Él ha hecho esto porque Él
ama mucho al pueblo. Ustedes son muy especiales para Él. No hay distancia
demasiado grande, ni montaña tan alta, ningún camino es tan difícil para traer
el mensaje del amor de Dios al pueblo. No hay amor más grande en el mundo que
este.
Si
usted está hoy aquí y nunca ha invitado a Jesucristo a entrar en su corazón,
hoy es el día de salvación para usted. Levante la mano si querría invitar a Cristo
en su corazón y en su vida. ¿Cualquier persona? (Ven al frente, por favor. Los
pastores Daniel, Emilio, y Waldo ven a orar por estas personas.)
Les
agradezco por el privilegio de permitirme hablarles el día de hoy. Ha sido un
gran honor para mí. Que Dios continúe levantando la voz del evangelio de
Jesucristo entre el pueblo de México por medio de ustedes. ¡Los amo a todos!
Permítame
una oración a favor de los pastores aquí.
Dios
celestial, Sabes muy bien que muchos pastores luchan muchísimo en el ministerio.
Bendiga a los pastores aquí con las bendiciones espirituales, materiales, financieras,
y emocionales. Deles la sabiduría sobrenatural de Cristo para facilitar sus
ministerios para la gloria de Cristo. Anímelos muchísimo en el trabajo que les
ha llamado para cumplir y indíquelos en sus senderos en una manera maravillosa
y milagrosa. En el nombre de nuestro Dios Todopoderoso, Jesucristo. Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario