8 de noviembre de 2013

LA ETERNIDAD EN LOS CORAZONES


  La eternidad en sus corazones fue dada en la iglesia del pastor Daniel en San José el Valle, Nayarit

Saludos en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Es un placer estar aquí entre su congregación con el pastor Daniel, el pastor Emilio y el pastor Waldo. Mi nombre es Joyce y escribo los estudios de la Biblia que muchos de ustedes ya han estudiado.
Hace cuarenta y cinco años yo hacia una oración que Dios me respondió hasta el año dos mil  cinco. En el pasar del tiempo y la vida ocupada, criando a los hijos y cuidando de la familia, una oración hecha hace muchos años fue olvidada, olvidada por mí, pero no por Dios. La Biblia nos dice que Dios no olvida nuestras oraciones, sino que las responde al debido tiempo. Quizás usted tenga una oración que Dios no a cumplido por muchos años. Quiero decirle que Dios cumplirá todas las oraciones. Ecl 3:1 dice:
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.

Hace muchos años, un misionero llegó a mi iglesia para hablar sobre sus experiencias en la predicación del evangelio a las personas alrededor del mundo que nunca habían escuchado sobre Jesucristo. El tenía muchos testimonios sobre otros misioneros que habían llegado a villas aisladas en donde las personas nunca habían escuchado acerca de Dios o del Hijo de Dios. Entonces él nos
contó su propia experiencia de cuando empezó a contarles a las personas aisladas sobre un Dios creador que los amaba tanto que había enviado a su Hijo a esta tierra para morir en la cruz por ellos. Estas personas aisladas se emocionaron porque en los corazones ellos sabían acerca de Dios y ahora alguien había llegado a confirmarles lo que ya sabían. Ellos se regocijaron al escuchar sobre el nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios. Pero el milagro fue que ellos ya lo conocían. Ellos simplemente no sabían su nombre.
¿Cómo supieron estas personas a Jesucristo? Ninguna persona les había hablado de este nombre. Cuando este misionero les preguntó quien les había dicho sobre Cristo, ellos le dijeron que Dios les dijo que El era su creador y que los amaba. Dios les dijo acerca de Su Hijo que vino a esta tierra para morir por sus pecados. El misionero estaba sorprendido. Más tarde esa noche el misionero oró y le preguntó a Dios cómo había pasado esto. Dios le dio algunas escrituras: Sal 10:17
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído”.
La otra escritura fue Ro 1:19
Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó”.
Hace cuarenta y cinco anos cuando escuché sobre las experiencias de este misionero, oré y le pedí a Dios que me dejara ir a un pueblo que nunca hubiera escuchado la Palabra de Dios, un pueblo que nunca hubiera escuchado sobre Jesucristo. Quería experimentar a las personas que tenían la eternidad en los corazones pero no habían oído el nombre de Jesucristo. Me preparaba para ser un misionero en la universidad y por medio del estudio de la Biblia, pero Dios no abría la puerta a las misiones para mí. Esa oración estaba delante del trono de Dios por muchos años y estaba esperando el tiempo perfecto de la voluntad de Dios. Esa oración hecha hace muchos años empezaba el proceso de la realización por Dios en el año dos mil cinco cuando encontré al pastor Waldo por medio del internet por  primera vez. El pastor Waldo vio los estudios de la Biblia en mi página en el internet y quería usarlos para el ministerio a los indígenas. "Dios lo hace todo maravilloso en su tiempo". En una carta el pastor Waldo me dijo acerca de su ministerio a los Huicholes en las montañas de Nayarit. Inmediatamente Dios me dijo que es la puerta abierta de la realización de mi oración. El pastor Waldo y yo llegamos a ser un equipo del ministerio a los indígenas.  En el año dos mil seis mi esposo Jack y yo venimos a Nayarit por primera vez. En el año dos mil ocho empezamos la organización de la Red Apostólica PUEBLO para organizar a los pastores alrededor de la visión de entrenar al pueblo para alcanzar al pueblo con la eternidad en los corazones.
Este año es nuestra séptima visita a Nayarit,  gracias a Dios. Por muchos años Dios estaba preparándome para este ministerio mientras yo ensenaba la Biblia a muchas personas en mi ciudad. Ahora esas lecciones van a los Huicholes en las montañas y a las iglesias que pertenecen a la Red Apostólica PUEBLO en México y en los Estados Unidos. Ahora van a su pastor y a su iglesia. Dios no respondió a mi oración en la manera que yo pensaba pero en la voluntad de Él es más allá de mi imaginación.
El maravilloso hecho acerca de Romanos 1:19 es que Dios prepara los corazones para que lo conozcan. Y esos son algunos de ustedes. Dios preparó sus corazones para conocerlo. El puso la idea de la eternidad en los corazones de ustedes. El puso en ustedes el concepto de un Dios amoroso que lo creyeron. Cuando alguien finalmente les vino a hablar sobre Jesucristo, ustedes supieron inmediatamente que Jesucristo era el que estaban esperando.
Estoy aquí hoy para decirles que Dios ha demostrado su gran amor por ustedes de esta manera. El los escogió para ser Su pueblo. El los puso en mi corazón hace muchos años. El los puso en el corazón del Pastor Waldo para abrir misiones entre los indígenas y para plantar las iglesias. Dios ha puesto en el corazón del pastor Waldo la idea para ayudar a los pastores y desde esa idea vino la organización de la Red Apostólica PUEBLO para ayudar a los pastores para entrenar a las congregaciones para alcanzar a las personas que tienen la eternidad en el corazón. Dios ha tocado los corazones de las personas en mi clase de la Biblia en Camarillo, California y en dos iglesias españolas en Camarillo para apoyar las misiones de los indígenas y el ministerio aquí en Nayarit. Dios tocó muchos corazones para traerles a ustedes el mensaje de las buenas noticias de Jesucristo. ¿Por qué Dios tocó a tantas personas para traerles el evangelio de Jesucristo? ¿Por que Dios puso la eternidad en los corazones que los preparó para escuchar sobre Cristo? Él ha hecho esto porque Él ama mucho al pueblo. Ustedes son muy especiales para Él. No hay distancia demasiado grande, ni montaña tan alta, ningún camino es tan difícil para traer el mensaje del amor de Dios al pueblo. No hay amor más grande en el mundo que este.
Si usted está hoy aquí y nunca ha invitado a Jesucristo a entrar en su corazón, hoy es el día de salvación para usted. Levante la mano si querría invitar a Cristo en su corazón y en su vida. ¿Cualquier persona? (Ven al frente, por favor. Los pastores Daniel, Emilio, y Waldo ven a orar por estas personas.)
Les agradezco por el privilegio de permitirme hablarles el día de hoy. Ha sido un gran honor para mí. Que Dios continúe levantando la voz del evangelio de Jesucristo entre el pueblo de México por medio de ustedes. ¡Los amo a todos!
Permítame una oración a favor de los pastores aquí.


Dios celestial, Sabes muy bien que muchos pastores luchan muchísimo en el ministerio. Bendiga a los pastores aquí con las bendiciones espirituales, materiales, financieras, y emocionales. Deles la sabiduría sobrenatural de Cristo para facilitar sus ministerios para la gloria de Cristo. Anímelos muchísimo en el trabajo que les ha llamado para cumplir y indíquelos en sus senderos en una manera maravillosa y milagrosa. En el nombre de nuestro Dios Todopoderoso, Jesucristo. Amen.

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